lunes, 7 de junio de 2010

comentario de una obra de arte: pinturas de san Baudelio de Berlanga

EL BESTIARIO DE SAN BAUDELIO DE BERLANGA

Perros, liebres, ciervos, bueyes, caballos, halcones, un oso, un elefante y hasta un camello (o tal vez sea un dromedario). No, no estamos en una gruta paleolítica. Tampoco en un zoológico o en la trastienda de un taxidermista atrabiliario. Nos hallamos en plena Castilla, dentro de la ermita de San Baudelio de Berlanga, (Caltójar, Soria) interesántisima obra mozárabe fechable probablemente en los últimos años del siglo XI.

Reconstrucción virtual del interior de la ermita de San Baudelio. (Diario de Soria).




Este pequeño templo llama la atención por la gran originalidad de sus trazas arquitectónicas, destacando la palmera central que sostiene la cubierta. Se trata de un gran pilar del que arrancan ocho nervios que forman arcos de herradura apeados en ménsulas y que sirven para descargar el peso de la bóveda con que se remata la estructura. A los pies de la única nave, en un espacio ya de por si reducido, se alza una tribuna sobre columnas. Y en el extremo opuesto hallamos un ábside de cabecera plana.

Aproximadamente medio siglo después de que se levantase el edificio, su interior fue revestido casi por completo con pinturas realizadas al fresco, de traza románica, aunque es perceptible también en ellas la pervivencia de elementos mozárabes e incluso estrictamente islámicos. En cualquier caso, tenemos aquí, en la Extremadura soriana, uno de los mejores ejemplos de pintura mural de época plenomedieval del país. Paradójicamente, en 1925 un anticuario logró adquirir parte de esas pinturas, vendiéndolas posteriormente a clientes extranjeros, tras conseguir que una sentencia del Tribunal Supremo avalase tan inaudita operación, hecha además a espaldas de los vecinos de la localidad. Bastantes años después parte de ese expolio legal volvió al país y se conserva en el Museo del Prado, aunque aún hoy día tres museos norteamericanos custodian la otra parte de este tesoro románico.

El conjunto de los frescos presenta dos grandes ciclos: uno de ellos nos muestra escenas relacionadas con el Nuevo Testamento y, en consecuencia, la vida de Jesús (la adoración de los Magos, las bodas de Caná, la curación de un ciego o la Santa Cena) desfila ante nuestros ojos. Por otra parte, un segundo ciclo narra escenas profanas, en las que podemos apreciar muestras de la vida cotidiana de la época (así una cacería de liebres y otra de ciervos, un jinete practicando la cetrería, además de una pareja de bueyes y otra de lebreros), junto a otras que muestran un carácter más exótico, menos habitual, como es el caso de la representación de un oso, de un camello o un elefante que porta un castillete.

Este bestiario que aparece representado en San Baudelio parece responder a un doble sentido: de una parte, son bastante asimilables las escenas de cacería que, no en balde, era una actividad bastante común en la época. Pero, ¿que hacen ahí esos otros animales? Todavía podría entenderse la presencia del oso, bien presente en la España de la época. Pero, ¿y el camello o el elefante?

Podría aducirse, y así se ha hecho, que el templo entero está sostenido por una palmera y que los dos últimos animales citados no son ajenos a ambientes en los que ese árbol resulta predominante. ¿Estaríamos por tanto ante una representación figurada de paisajes desérticos? Sin embargo, más razonable parece considerar que la presencia en la ermita de este bestiario medieval responde al sentido simbólico que acompaña a los propios animales.

De este modo, el camello o dromedario (animal bien propio del mundo islámico)deviene en imagen de la humildad, por su elevada capacidad de resistencia, mientras que el elefante (sobre todo, si, como es el caso, porta un castillete) es muestra de fortaleza, al tiempo que un animal que hiberna como el oso podría simbolizar la resurrección del alma. Finalmente, es bien conocida la asimilación del perro con la fidelidad.
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En fin, nunca sabremos con absoluta certeza qué vienen a simbolizar en San Baudelio estos animales y desconoceremos siempre quiénes fueron los autores de tan impresionantes imágenes. Pero yo quiero imaginarme a esos pintores realizando su trabajo y suponer que con ellos habría algún clérigo más culto atento a la simbología de lo que se pintaba. ¿Podemos catalogar estas pinturas como románicas? Formalmente sí. Pero tras ellas late la cultura islámica. No cabe duda. ¿O ha habido alguna vez camellos pastando por Soria?

comentario de una obra de arte: Pantocrator de san Clemente de Tahull


Vamos a detenernos en el análisis de una de las más bellas obras de la pintura románica, el Pantocrátor de la iglesia de San Clemente de Tahull, un hermoso pueblo del valle de Bohí, en la provincia de Lérida.

Vista de la iglesia de San Clemente. Tahull, Valle de Bohí, Lérida.

1) DETERMINAR:

a) TIPO DE OBRA: Pintura.

b) TÍTULO: Pantocrátor y otra figuras del Nuevo Testamento.

c) AUTOR: Desconocido.

d) FECHA: 1123.

e) LOCALIZACIÓN: Iglesia de San Clemente. Tahull, Valle de Bohí, (Lérida, España). Las pinturas originales fueron trasladadas en 1913 al actual Museo Nacional de Arte de Cataluña, en Barcelona, conservándose en su localización inicial una copia de las mismas.

f) ESTILO: Pintura románica.

2) ANALIZAR:

A) Análisis técnico:

* FORMA: Obra pictórica realizada sobre una bóveda de cuarto de esfera en el ábside de la iglesia de San Clemente, con un diámetro de 4 ms.

* MÉTODO: Pintura realizada al fresco, sobre muro.























Arriba: Planta e interior de la iglesia de San Clemente. Al fondo, las pinturas del ábside.
Abajo: Vista general de las pinturas del ábside de la iglesia de San Clemente de Tahull.

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DESCRIPCIÓN GENERAL: Las pinturas que analizamos se encuentran divididas en dos franjas horizontales de distinto tamaño, separadas por una banda con textos. En la franja superior, que se corresponde con el cascarón o zona curvada en vertical de la bóveda, figura en posición central un Pantocrátor o Cristo en Majestad. Se halla sentado, apoyado sobre una franja curvada decorada con motivos vegetales. Lo rodea una mandorla decorada con perlas, en cuya parte superior apoya su cabeza y un nimbo de color blanco. Viste una túnica de color gris, a la que se sobrepone un manto de tono azulado. Su rostro, alargado y muy simétrico, presenta una mirada penetrante. Este Cristo Juez alza su brazo derecho en actitud de bendecir, mientras su mano izquierda sostiene un libro abierto en el que puede leerse la frase "EGO SUM LUX MUNDI" (yo soy la luz del mundo) escrita en letras capitales latinas. Además, muestra sus pies desnudos, sobresaliendo de la mandorla y apoyados en una media esfera. A izquierda y derecha de su figura aparecen las letras griegas alfa y omega.

Rodean al Pantocrátor, en la misma franja, cuatro ángeles que portan los símbolos de los cuatro evangelios. El que figura en la zona superior izquierda porta un libro (ya que el propio ángel es el símbolo del evangelio de San Mateo). Bajo él, otro ángel se acompaña de un león (San Marcos). El esquema se repite en la zona derecha, con las representaciones de un águila (San Juan) y de un toro alado (San Lucas). La composición se remata, en los extremos, con la presencia de sendos serafines, dotados de seis alas, en cuatro de las cuales se observan representaciones de ojos.

Todo este sector de la bóveda presenta un fondo de tres colores dispuestos en vertical; de abajo a arriba: azul, amarillo y negro. Las figuras situadas en el sector de fondo azul aparecen enmarcadas por círculos.

En la franja inferior se hallan representadas seis figuras separadas en dos grupos de tres por el arco que permite la iluminación interior del ábside. A nuestra izquierda se encuentran Santo Tomás, San Bartolomé y la Virgen. A la derecha figuran San Juan, Santiago y San Felipe, cuya representación está prácticamente perdida. Sus nombres aparecen indicados en la banda que separa esta zona de la superior. Todas las figuras se sitúan bajo arcos rebajados sostenidos por columnas con capiteles con decoración vegetal. María porta un cáliz, mientras los apóstoles llevan libros que muestran al espectador.

En general las figuras aparecen contorneadas por líneas negras, a modo de siluetas dibujadas. Los trazos son bastante acusados y los colores están bien definidos. En toda la composición es evidente un interés por la simetría, establecida a partir del eje vertical de la bóveda y del arco del ábside. Además, tanto en el Pantocrátor como en las figuras del registro inferior se observa clara frontalidad en las representaciones, que no existe en cambio en los ángeles y símbolos del Tetramorfos. El hieratismo es, sin embargo, rasgo común a todas estas obras, que se caracterizan también por presentar una representación plana, con ausencia total de perspectiva.

B) Análisis simbólico:

La simbología del ábside de Tahull es bien evidente. Constituye una representación gráfica de un pasaje del Apocalipsis de San Juan, en el que describe la visión de Cristo entronizado rodeado por el Tetramorfos, que acabará simbolizando la obra de los cuatro evangelistas. Así pues, nos encontramos ante un tema de hondas raíces en la iconografía cristiana: la Maiestas Domini o Cristo en Majestad, que representa a Jesús todopoderoso en actitud de bendecir al mundo (que se halla a sus pies) pero cuyo rostro (serio y sereno al mismo tiempo) denota también la concepción de Dios-juez de las obras humanas. Como las letras griegas acreditan, él es principio y fin de todas las cosas; la luz del mundo, en definitiva, según reza la frase en latín. Debe, por tanto, el hombre seguir este mensaje divino, que le garantiza su salvación eterna.

Por otra parte, la disposición del conjunto pictórico en dos franjas horizontales viene a simbolizar la presencia de dos ámbitos paralelos: en el superior se representa el Cielo, en torno a Cristo; en el inferior se nos muestra a la Iglesia, mediante las figuras de María y los apóstoles.

c) Análisis sociológico:

La iglesia de San Clemente de Tahull fue consagrada en el año 1123, según consta en una inscripción conservada en una de las columnas del templo. En esta época, las tierras del Valle de Bohí, donde se asienta Tahull, pertenecientes al condado de Ribagorza, habían sido anexionadas por el reino de Aragón, gobernado en estos años por Alfonso I el Batallador (1104-1134). Nos hallamos ante una sociedad eminentemente rural, en la que imperan los vínculos de dependencia personal basados en la existencia de señoríos jurisdiccionales, estructura propia del sistema feudal.

Pese a tratarse de una zona montañosa, toda esta área pirenaica debió tener una densidad de población nada despreciable como manifiesta la construcción de numerosos templos en diversas localidades de la zona durante el mismo periodo.

3) OTRAS CUESTIONES:

En estas pinturas del ábside de san Clemente de Tahull son evidentes diversas influencias, entre las que ha de destacarse la pervivencia de la tradición bizantina, quizás heredada a través de obras realizadas en Italia. Precisamente, se ha llegado a plantear que esta es la procedencia del artista de Tahull, quien debía conocer también las tendencias que se venían desarrollando en la miniatura mozárabe hispánica, de la que debió tomar los rasgos naturalistas que apreciamos en algunas de las representaciones.

Simbolización del Evangelio de San Marcos.

Por otra parte, las pinturas del ábside han de ponerse en relación con las realizadas en otras partes del mismo templo (como el tema de Lázaro, tal vez ejecutado por otro pintor) o las efectuadas en la iglesia de Santa María de la misma localidad, en la que se ha representado una Maiestas Mariae acompañada por los Reyes Magos. Todo este conjunto supone una de las cimas de la pintura románica mural catalana, de la que se han conservado numerosos ejemplos en otras iglesias de la misma comarca.

comentar una obra de arte: La catedral de Santiago de Compostela

LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA


Os presento aquí un modelo de comentario de una obra de arte. En este caso, nos centramos en uno de los mejores ejemplos de la arquitectura románica: la Catedral de Santiago de Compostela.
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Vista del crucero de la catedral


1) DETERMINAR:

a) TIPO DE OBRA: Construcción arquitectónica.

Planta de la catedral
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b) TÍTULO: Catedral de Santiago el Mayor.

c) LOCALIZACIÓN: Santiago de Compostela, La Coruña, España.

d) AUTOR: Desconocido. Las obras fueron encargadas por los obispos Diego Peláez (hasta 1087) y Diego Gelmírez (hasta 1128). El Pórtico de la Gloria (que no vamos a analizar aquí) es obra posterior, del maestro Mateo, realizada entre 1161 y 1188.

e) FECHA: 1075 a 1128.
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f) ESTILO: Románico.
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2) ANALIZAR:

A) Análisis técnico:

* FORMA: catedral románica, típìco modelo de iglesia de peregrinación, con planta de cruz latina y cabecera con girola y absidiolos. La longitud del edificio es de 97 metros.

* MÉTODO: Obra arquitectónica realizada en piedra.
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* DESCRIPCIÓN GENERAL: El edificio, una de las mayores construcciones del estilo románico, presenta a sus pies un nártex, en el que se sitúa el Pórtico de la Gloria. En la construcción primitiva, en este espacio se situaban a cada lado sendas torres de planta cuadrada.

El interior del templo se divides en tres naves. La central posee un ancho de 10 metros y alcanza una altura de 22, cubriéndose con bóveda de cañón. Las naves laterales, de menor altura y unos 5 metros de anchura lo hacen con bóvedas de aristas. Sobre dichas naves laterales se alzan tribunas que asoman a la nave central mediante arcos geminados. Sus vanos exteriores proporcionan iluminación a la parte superior de la nave central, lo que contrasta con la mayor penumbra de la zona inferior.

Vista de una de las naves laterales
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Las bóvedas se sostienen mediantes pilares compuestos que presentan columnas adosadas, organizadas de forma tal que la columna que mira hacia la nave central se eleva a lo largo de toda la altura de la misma, hasta alcanzar el inicio del arco fajón correspondiente.

El transepto se organiza también en tres naves en cuyos extremos se abren sendas portadas al exterior. Por otra parte, en uno de sus lados mayores este transepto presenta cuatro absidiolos, dispuestos dos a cada lado de la cabecera. Sobre el crucero se alza un cimborrio. En toda este enorme transepto se alzan también tribunas sobre las naves laterales.

La cabecera de la catedral es de amplias dimensiones y dispone de una girola con cinco capillas radiales en los absidiolos. De ellas, la central presenta al interior forma absidada, mientras que al exterior se cierra con testero plano.

Todo el espacio interior del templo está organizado de manera que los fieles (tras concluir aquí su peregrinación hasta la tumba del apóstol Santiago) pudiesen acceder a la catedral por la portada de los pies y recorrerla hasta llegar a la girola, en cuyo espacio central se encuentra el sepulcro del citado apóstol. Todo este camino interior del edificio permite que puedan desarrollarse sin interferencias las ceremonias religiosas.
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Nave central y tribunas de una nave lateral.

b) Análisis simbólico:
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La catedral de Santiago viene a simbolizar, en primer lugar, la importancia de una ciudad y una sede obispal en la que se encuentra situado el sepulcro de uno de los doce apóstoles de Cristo. En este sentido, la propia planta de la iglesia es imagen de la cruz de Cristo y, en consecuencia, representación en pìedra de la idea de la cruxifixión y muerte de Jesús como base para la salvación del mundo. Pero, por otro lado, la construcción simboliza a la perfección el desarrollo del reino astur-leonés en un momento en el que el espacio geográfico peninsular se encontraba fragmentado y en el que sobresalía el mundo islámico representado por al-Andalus.

.c) Análisis sociológico:

.El sepulcro del apóstol Santiago fue redescubierto hacia el año 829, de forma tal que sobre el mismo se edificó (reinando Alfonso II el Casto) un primer templo, de reducidas dimensiones. Más tarde se levantaron allí otras dos basílicas prerrománicas a las que finalmente acabó sustituyendo la catedral que ahora podemos contemplar.
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El hecho de disponer de la única tumba conservada de uno de los doce primeros discípulos de Jesús (junto con la de San Pedro, en Roma), convirtió a la antigua Iria Flavia en el centro de un creciente movimiento de peregrinaciones que prontó alcanzó a toda la cristiandad europea, de la cual Santiago de Compostela acabó convirtiéndose en uno de los principales centros religiosos. Surgió así el Camino de Santiago, una ruta de peregrinación que acababa precisamente aquí su recorrido. Los distintos ramales de esta vía se unían tras cruzar los Pirineos, para recorrer a continuación todo el norte peninsular y concluir en Compostela. De esta manera, el camino facilitó los intercambios culturales entre las distintas zonas del continente y llevó más allá de las fronteras de la península la fama de una ciudad y de una monarquía (la astur-leonesa) que impulsó la devoción a las reliquias del apóstol. Sucedía todo ello en una Europa ruralizada y feudal, pero que lentamente se iría abriendo al desarrollo de las ciudades, del comercio y de las actividades burguesas, siempre bajo la atenta mirada de la Iglesia cristiana como controladora única de las conciencias.

análisis de una obra de arte: el Partenón


¿Un edificio que conmemora una victoria sobre los persas? ¿Una construcción religiosa consagrada a la diosa Atenea? ¿Tal vez un monumento que proclama la grandeza de la polis ateniense a mediados del siglo V a.C.? Todo eso y muchas cosas más es lo que simboliza el Partenón, además de ser un edificio que, con el paso de los siglos, ha soportado abandonos, bombardeos (por parte de los turcos) e incluso saqueos (por parte de los cultos ingleses, quienes disfrutan hoy en el British Museum de Londres de un amplio repertorio escultórico obtenido en este templo).

Formalmente se trata de una construcción de estilo dórico, levantada por Ictinos y Calícrates y supervisada por Fidias.
A modo de introducción al estudio del arte griego, vamos a analizar esta obra, con la que espero que afiancéis la técnica del comentario de obras de arte.

1) DETERMINAR

a) TIPO DE OBRA: Arquitectura.

b) TÍTULO: Partenón. Templo de Atenea Pathenos.

c) AUTORES: Ictinos y Calícrates, con la supervisión de Fidias.

d) FECHA: 447-432 a.C.

e) LOCALIZACIÓN: Acrópolis de Atenas, Grecia.

f) ESTILO: arquitectura griega de época clásica. Estilo dórico.

2) ANALIZAR:

A) Análisis técnico:

* FORMA: obra arquitectónica de planta rectangular, de 69,5 metros de largo y 31 metros de ancho, con cubierta a dos aguas.

* MÉTODO: construcción realizada mediante sillares de mármol pentélico. Se debieron emplear en la obra alrededor de 14300 bloques de piedra.

* DESCRIPCIÓN GENERAL: El Partenón es uno de los ejemplos más significativos del orden dórico griego. Se trata de un templo octástilo (8 columnas en cada fachada) y períptero (las columnas rodean todo el edificio, siendo 17 en cada uno de los lados mayores). Todo el conjunto se asienta sobre una plataforma formada por un estilóbato y dos estereóbatos.

Siendo una obra de estilo dórico, las columnas carecen de basa y su fuste está recorrido en sentido longitudinal por estrías, unidas a arista viva. Hacia el centro del fuste se produce un leve ensanchamiento o éntasis, mediante el cual los arquitectos trataron de corregir los efectos de proporción que acusaría el ojo humano a la vista del edificio. Por el mismo motivo, las columnas aparecen levemente inclinadas hacia el interior. Los fustes rematan en una moldura cóncava, el collarino, sobre la cual se asienta el capitel, de apariencia geométrica y compuesto por dos elementos: el equino, de sección curva, y el ábaco, a modo de pequeña losa que recibe directamente el apoyo de los elementos superiores.

Por encima de los capiteles de las columnas corre un entablamento organizado, de abajo arriba, en tres partes. La primera es un arquitrabe liso. La segunda es el friso, constituido por una sucesión alternante de triglifos (formados por estrías verticales) y metopas (que presentan decoración escultórica). Remata el conjunto una cornisa, saliente respecto a los elementos anteriores.

El empleo de una cubierta a dos aguas genera en cada uno de los lados menores un amplio espacio triangular, el frontón, cuyo perímetro exterior aparece recorrido por una cornisa saliente, de modo que el espacio interior, o tímpano, queda libre para ser decorado con esculturas.

Si se recorre el templo longitudinalmente, tras la fachada octástila se accede a un primer espacio interior, el pronaos, a modo de un segundo pórtico, originariamente sostenido por seis columnas. Este conjunto da paso a la cella o capilla, aislada del resto del edificio mediante un muro de sillares, alrededor del cual se diponen por la parte externa 24 columnas. En esta estancia se alojaba la estatua de la diosa Atenea Parthenos, a quien estaba consagrado el templo. En la parte trasera se adopta un esquema semejante: un nuevo pórtico de seis columnas da paso a una sala menor, el opistodomos, en el que cuatro columnas sostienen la cubierta. Esta dependencia servía para custodiar el tesoro del templo y objetos del culto a la diosa.

B) Análisis simbólico:

La simbología del Partenón en enormemente amplia y, al mismo tiempo, muy clara. De una parte, el mismo templo, como lugar de culto de Atenea, viene a simbolizar a la propia diosa, sobre todo en su consideración de divinidad protectora por antonomasia de la polis ateniense. A tal efecto, la cella acogía una colosal escultura de11 metros la diosa, hoy perdida, pero de la que aún se conserva in situ el basamento que la sostenía.

Pero la simbología escultórica del Partenón se hacía evidente sobre todo mediante la decoración escultórica que originariamente presentaba el edificio. Así, los dos frontones del templo reproducían los temas del nacimiento de Atenea y el combate entre esta diosa y Poseidón (o Patronato del Ática).

Por su parte, en la metopas del friso exterior se representan. como si de viñetas se tratase, cuatro temas diferentes. En los dos lados menores, con 14 metopas cada uno, aparecen la Amazonomaquia y la Gigantomaquia. En los lados mayores, con 33 metopas cada uno, los temas seleccionados son la Centauromaquia y la Illiupersis o Guerra de Troya. Todo este conjunto simboliza la capacidad de la polis de Atenas para vencer a sus enemigos, representando las luchas que los atenienses o sus antepasados mantuvieron con amazonas, gigantes, centauros o troyanos, temas clásicos en la mitología griega.

Finalmente, a lo largo del muro de la cella, corre un friso de estilo jónico en el que se representa una procesión que cada cuatro años tenía lugar en Atenas. Se trata de las Panateneas, en la que un amplio cortejo acudía a entregar a la diosa un peplo bordado por las jóvenes de la ciudad. Todo ello es un trasunto de la propia polis ateniense y de sus valores cívicos, de su organización y de sus costumbres. El friso de la cella es símbolo, por tanto, de la propia ciudad de Atenas y pretende demostrar su supremacía en el mundo helénico.

En todo este programa escultórico, así como en el diseño de las trazas generales del templo, se ha creido ver la mano de Fidias, el más destacado de los artistas atenienses del siglo V a.C. Sin embargo, las diferencias estilísticas dentro del conjunto son tan marcadas que puede darse por segura la participación de varios artistas para rematar tan amplia obra. Pese a todo, se ha hablado de un "estilo Partenón" para definir la elevada calidad de las representaciones escultóricas que el templo acogía.

C) Análisis sociológico:

El Partenón se edifica durante el periodo denominado "plena época clásica", que se desarrolla tras la finalización de la Segunda Guerra Médica contra los persas (480-479 a.C.). Durante su transcurso, los atenienses se vieron obligados a evacuar la ciudad, la cual acabó siendo saqueada por las tropas de Jerjes, el rey persa. No obstante, la victoria final correspondió a los griegos, quedando consolidada durante unos años la hegemonía de Atenas. En esta polis se abordó un proceso de reconstrucció de edificios aruinados por los persas. Las actuaciones fueron especialmente intensas en la Acrópolis, donde el Partenón vino a sustituir a otro templo que se estaba levantando en el mismo lugar cuando se produjo la invasión.
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La construcción del Partenón viene a coincidir en gran parte con el gobierno del arconte Pericles (443-429), durante el cual se consolida el sistema democrático y la ciudad vive unos años de esplendor, paz y prosperidad. El contacto del gobernante con filósofos como Anaxágoras es posible que explique el afán por la proporción y el orden que apreciamos en el Partenón. Todo ello queda recogido en la frase del filósofo: "al principio era el caos; después vino la inteligencia, que todo lo puso en orden".
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3) OTRAS CUESTIONES:
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Como templo de estilo dórico, el Partenón es heredero de otras obras. Aunque el canon dórico se empleó ya en época arcaica, en el periodo clásico podemos considerar precedentes del Partenón el Tesoro de los atenienses en Delfos (490 a.C.) o el templo de Zeus en Olimpia (acabado en el 457 a.C.), hoy desaparecido, pero que puede considerarse como prototipo del estilo.
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Por otro lado, debe mencionarse que la decoración del Partenón incluía la policromía de algunas de sus partes. Así ocurría con todos los elementos escultóricos o con los triglifos. Incluso, en algunos casos, se recurrió al dibujo de motivos vegetales.
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Finalmente, cabe señalar que el Partenón se mantuvo en un estado aceptable de conservación casi dos mil años, pese a ser destinado a diversos usos: iglesia bizantina y, luego, cristiana, mezquita y, más tarde, polvorín. En 1687 una bomba destruyó ese polvorín y su explosión arrasó la cella, destrozando algunas columnas. A comienzos del siglo XIX el inglés Lord Elgin decidió arrancar del templo muchas de las obras escultóricas y llevarlas hasta su país, donde aún se encuentran hoy, alojadas en el Museo Británico.


Detalle del friso del Partenón.

Las Venus Paleolíticas

VENUS PALEOLÍTICAS

LAS PRIMERAS ESCULTURAS DE LA HISTORIA


Con la denominación genérica de "venus paleolíticas" se conoce a un numeroso grupo de esculturas femeninas de pequeño tamaño, localizadas en diversos yacimientos correspondientes al Paleolítico Superior en Europa (Rusia incluida), realizadas tanto en bulto redondo como en relieve y que supera ya el centenar de ejemplares, dejando a un lado el hecho de que representaciones con el mismo motivo se han encontrado también formando parte de algunos conjuntos de pintura rupestre. Antes que otra cosa, conviene precisar que el término de Venus no alude aquí, lógicamente a ninguna divinidad de la belleza y ni siquiera puede afirmarse que corresponda a una cierta idealización de este concepto.

Izquierda: Venus de Lespugue. Marfil. Hacia 26000/24000 a.C. París. Derecha: Venus de Savignano. Esteatita. ¿25.000 a.C.? Roma.



Cuando se trata de analizar estas figurillas, existen varias cuestiones en las que coinciden plenamente todos los investigadores: no cabe duda de que son representaciones femeninas, cuyos autores han puesto un énfasis especial en recoger con el mayor detalle algunos rasgos anatómicos, fundamentalmente los pechos, las caderas y las nalgas, el vientre e incluso la vulva, lo que podría indicar una clara preferencia por los elementos más visibles de la sexualidad femenina. Al mismo tiempo, en muchas de estas figuras observamos también una exageración de la obesidad concentrada en esas zonas del cuerpo, lo que se ha dado en calificar como esteatopigia, aunque tal palabra no figure en el diccionario de nuestra lengua. Además, frente a la presencia de estos caracteres, la mayoría de estas figuras carece de rostro propiamente dicho (aunque a veces se represente el cabello) y se observa en ella la escasa atención prestada a las extremidades que en algunos casos están sólo indicadas muy escuetamente. Finalmente, en casi todas estas piezas resulta evidente la esquematización de la representación humana, que viene a contrastar enormemente con el elevado naturalismo de las figuras de animales características de la pintura rupestre de la misma época.

Venus de Willendorf. Piedra caliza. 24.000/22.000 a.C. Viena.





Dada la amplia extensión geográfica en que se han encontrado estas venus (desde el sur de Francia hasta las estepas siberianas) es obvio que no puede existir un único modelo ni en cuanto a la forma de la figura, ni respecto a su tamaño (oscilan entre los 5 y los 25 centímetros) o la materia prima empleada para realizarlas (piedras de diverso tipo, marfil, hueso, etc.). En todo caso, y pese a la diversidad de modelos existentes, bien pudiera plantearse la existencia de una cierta unidad cultural en el amplísmo territorio en el que se localizan los hallazgos, asociada aquella a la presencia de los Homo Sapiens.

Venus de Brassempouy. Marfil. 26.000/24.000 a.C. París.





Sin embargo, el acuerdo entre los investigadores termina a la hora de dilucidar cuál puede ser el significado que puede atribuirse a estas figurillas. Según unos, cabe entenderlas como primitivas diosas de la fertilidad, teniendo presente lo explícito de los rasgos sexuales femeninos. Partiendo de esta idea, hay quienes las consideran amuletos de uso personal (lo que explicaría la ausencia de pies o de soportes para su colocación en vertical), que podrían asociarse a ideas apotropaicas (propiciadoras de la salud), mientras que otros apuntan a que se trata de una cierta forma de autorretratos (ante lo cual tendríamos que preguntarnos porqué no los hay masculinos). Por último, no falta quien explica su existencia como manifestación del carácter matriarcal de estas sociedades paleolíticas. En el caso de la venus reproducida junto a estas líneas, la presencia de ese cuerno ha llegado a asociarse a la idea de "cuerno de la abundancia", lo que parece poco probable para este tipo de sociedades depredadoras.


Venus de Laussel. Piedra caliza. ¿Hacia 24.000 a.C.? Burdeos.



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Casi con toda seguridad jamás sabremos de manera definitiva porqué se realizaron estas diminutas figuras. Pero ahí quedan (junto a las representaciones de algunos animales) como una de las más antiguas muestras de la escultura humana. Magníficos ejemplos del arte mueble de las sociedades cazadoras-recolectoras del Paleolítico Superior que evidencian la posesión por sus autores de ciertas preocupaciones de carácter estético (aunque no exclusivamente) y el avance respecto a una nueva capacidad de la inteligencia humana: la de realizar objetos artísticos en tres dimensiones.

Izquierda: Venus de Gagarino-1. ¿? Piedra. Ucrania. Derecha: Venus de Dolní Věstonice. Terracota. 29.000/26.000 a.C. Brno, República Checa.

sábado, 5 de junio de 2010

La mujer en el Arte: educación en valores

La mayor parte de las mujeres artistas que gozaron de cierta fama y hoy día conocemos procedían de un entorno propicio para las artes(venían de familia de artistas. La primera reseña conocida es del año 1151 cuando la monja Hildegarda de Bingen publica Scivias, uno de los primeros manuscritos medievales que ella escribe e ilustra.



















En 1200 destaca la miniaturista Claricia, quien se representa a sí misma en un salterio: la Q inicial del salmo 51.



















En 1380 Cristina de Pisan al quedarse viuda trabaja de copista e ilustradora para sacar adelante a su familia.




















En 1500 nace en Venecia Marietta Robusti, hija de Tintoretto y apodada "La Tintoretta". su obra se confunde con la de su padre.




En 1555 Sofonisba Anguissola, gran pintora del Renacimiento, da a conocer "Juego de ajedrez", considerada una de las mejores obras de su tiempo, donde muestra a un grupo de mujeres practicando una actividad intelectual.

































En 1575 Diana Scultori Ghisi obtiene permiso para firmar sus obras. Es una reconocida grabadora manierista.
















1588 Artemisia Gentileschi, una de las más grandes artistas del barroco italiano se convierte en la primera mujer admitida en la Academia Vasari de dibujo de Florencia. Predomina en su pintura la mujer heroica. Influida por el tenebrismo de Caravaggio.





































1590 Lavinia Fontana, nacida en Bolonia, fue pintora oficial de la corte papal.




























1620 Judith Leyser, pintora holandesa. Muchos de sus cuadros se le han atribuido a Frans Hals.























1675 nace en Venecia Rosalba Carriera, importante por ser la primera que trabajó el retrato a pastel. Nombrada integrante de las academias de san Lucas en Roma,Bolonia y Florencia




1692 la escultora sevillana Luisa Roldán es nombrada Escultora de Cámara por Carlos II y Felipe V. Conocida como la Roldana por ser hija del escultor Pedro Roldán.